lunes, 15 de abril de 2019

¡Qué importantes son los profesores!




Que necesarios e importantes son los profesores y que poco reconocido está su trabajo.

A día de hoy, son profesores contados los que te dejan marca de por vida debido a su paciencia, su dulzura, empatía, simpatía, amabilidad, preocupación… y una gran lista que sigue a estas cualidades. Y esto es porque hay muchos profesores cuya vocación no es la docencia. Quitan el puesto a verdaderos maestros y van con desgana a clase.

Sin hablar de la manía que llegan a tener, porque sí que es posible que te cojan manía a pesar de todos los comentarios que lo niegan. Esto lo sé, porque una profesora me afirmó una vez que ella corregía los exámenes del final al principio para no ver el nombre de la persona que lo había hecho, y que esto no influyera en la nota.

Un buen profesor es capaz de valorar tu esfuerzo, de hablar contigo si no lo hay, para buscar soluciones, de a pesar de tener favoritismo (porque de nuevo, siempre hay favoritos) no hacerlo notar, etc.

El primer paso para conseguir un cambio y para que de verdad esta profesión empiece a valorarse, es tan sencillo como que haya buenos profesores, profesores que dejen huella por su gran labor y no por “la manía que me tenía”.

Además, cuando mis compañeras propusieron la actividad de crear nuestras aulas ideales, todos coincidimos con la necesidad de crear aulas por rincones. En relación con esto, surgió la duda de por qué esto no era así toda la vida y estoy totalmente de acuerdo. Yo estoy completamente a favor del juego libre como forma de aprendizaje, y sobre todo como empuje hacia el desarrollo de la creatividad. Veo innecesario ofrecer fichas a los niños y quitarles tiempo de exploración o experimentación, tan necesario y favorecedor para su desarrollo integral.

Por lo tanto veo muy favorables las aulas por rincones, donde las personas nos sintamos a gusto, donde podamos evadirnos del resto del mundo y donde podamos desarrollar todo nuestro potencial.


Paloma García Ramos